Saturday, July 12, 2008

Ha transcurrido ya 1 año-Julio 2008

Este último tiempo no ha sido fácil…el sumergirte en la nueva vida ecuatoriana, en una nueva realidad, ese bendito proceso de inmersión no ha sido fácil. Si me preguntasen hoy, a un año de haber iniciado esta aventura (julio 12, 2008), cuál es mi opinión de toda esta loca misión. Les respondería, como les respondí a mi esposo, aquella noche que me preguntó: ¿Amor, ha valido la pena dejarlo todo? ¿Ha valido la pena tantas lágrimas por tu familia, por nuestra comunidad, por aquello que tuvimos, por las incomodidades, por la soledad y la indiferencia? ¿Ha valido la pena esta locura? Y le respondí como les diría hoy: Sí, ha valido la pena…ha valido la pena por cada uno de esos jóvenes que al voltear a vernos dicen: antes, deseaba casarme y misionar, pero era un imposible, ahora, les veo a ustedes y digo que sí se puede; ha valido la pena por cada uno de los brechistas que han llegado a nuestro corazón y nos han amado, llenando esa gran necesidad afectiva de un cariño auténtico; ha valido la pena por cada sonrisa de los chicos, por ver a esos jóvenes “estar dispuestos a entregrarlo TODO por su Señor”; ha valido la pena ver como esos corazones se han inflamado de un amor verdadero y pleno por el Dios que da la vida; ha valido la pena por verte a ti, esposo mio, completamente pleno y realizado sirviendo a tu Señor; ha valido la pena porque nuestro matrimonio ha madurado en el fragor de la prueba, en los momentos críticos de la batalla; ha valido la pena porque hemos compartido como nunca antes nuestras luchas, debilidades, victorias, lágrimas y risas. Sí, ha valido la pena!!! Pero sobre todo, ha valido la pena porque la gracia del Señor nunca se ha apartado de nosotros, porque su Amor lo hemos palpado de primera mano; porque hemos descansado en su Corazón amoroso. Porque aun en esos momentos “complicados”, donde las lágrimas brotan sin ser llamadas, está Su Presencia Total cubriéndonos y fortaleciéndonos.
Ha valido la pena, porque esta locura, es SU locura, es Su aventura…El nos embarcó en esto, así que…adelante…¡con la espada en alto, sin envainarla nunca!